Como Moverse por Estambul

Moverse por Estambul será más fácil de lo que nos esperamos. Estambul es una ciudad totalmente occidental en lo que respecta a las comunicaciones y los transportes. Incluso cuenta con Metro, como todas las ciudades importantes del continente europeo, aunque todavía no se ha completado el trazado.

Como Moverse por Estambul

En principio, para acceder a la zona europea antigua donde se encuentran los monumentos más destacables, hay que coger en Taksin un funicular que cubre un fuerte desnivel. El funicular llega hasta el Puente Gálata, también llamado de los pescadores, y  después tendremos que coger el tranvía. Sus ventajas: es rápido y las vistas son maravillosas; y su mayor desventaja: a veces, sobre todo en horas punta, va lleno de viajeros. Todos estos transportes públicos funcionan con tokens, unas fichas que se adquieren en las cabinas que hay a la entrada de los andenes (cuestan 1,10 liras).

Las paradas más importantes del tranvía (por lo menos, a la hora de visitar lugares de interés) son las siguientes:

- Kabatas: para coger los barcos que van por el Bósforo.

- Eminönü: desde aquí se llega al Bazar o Mercado Egipcio de las Especias (Misir Carsi). También están cerca la mezquita de Solimán, el Puente de Gálata y la Torre Gálata. Salen barcos turísticos que cruzan el Bósforo o hacia el Cuerno de Oro.

- Sultanahmet: para ver el Palacio Topkapi, Santa Sofía, la Mezquita Azul, el Hipódromo, el Pabellón de Azulejos y el Museo arqueológico.

- Old Bazar: es la que más cerca deja a los transeúntes del Gran Bazar.

Otra opción para trasladarse por Estambul es el taxi (taksi). Si exceptuamos las zonas de mucho tráfico, donde los atascos están a la orden del día, pueden ser una buena alternativa para moverse, sobre todo en estancias de tiempo limitado. Son de color amarillo y funcionan como en España: se paga una bajada de bandera más el tiempo indicado por el taxímetro. A partir de las 12 de la noche pasan a tarifa nocturna. Para grupos de cuatro o más personas, sale rentable coger un taxi en lugar de un autobús, sobre todo para distancias cortas. No hay paradas, sino que los taxis se cogen por la calle. Un aviso: si un taxista quiere pactar un precio sin poner en marcha el taxímetro, lo mejor es bajarse y coger otro taxi, ya que probablemente lleguemos a pagar el doble de lo que en realidad cuesta la carrera. Los dolmus son taxis compartidos con itinerarios fijos; el viajero indica su destino y los conductores calculan los precios.  Salen más baratos que los taxis y en ellos entran entre 8 y 11 personas.

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